Noviembre

Os dejamos con cuáles son las propuestas para este mes. Disculpad el retraso. 

La entrada se distribuye de la siguiente manera: en primer lugar tenéis los cuentos (un total de cuatro), después las tareas para Educación Infantil y, al final, las de Educación Primaria. 

¡Suerte!








El torito Chispa Brava
( por Pedro Pablo Sacristán )

Idea y enseñanza principal
Ambientación
Personajes
La mejor forma de actuar frente a las burlas de otros es a través de la indiferencia
Una plaza de toros
Un toro bravo

Valor Educativo:
Autocontrol


Roque estaba llorando en el patio. Algunos de sus compañeros se habían estado metiendo con él, como hacían frecuentemente, y no había nada que le diera más rabia. Pero por mucho que les dijera, gritara o amenazara, no dejaban de hacerlo.
Un chico mayor, que lo había visto todo, se acercó y le dijo:


- Si quieres que no te vuelva a ocurrir eso, tendrás que llegar a ser como El torito Chispa Brava. ¿Te cuento su historia?
- ¡Sí!
- Chispa Brava era un toro de lidia que una vez pudo ver una televisión desde el prado. Televisaban una corrida de toros, y al ver cuál iba a ser su final, dedicó el resto de su vida a prepararse para aquel día, el de su corrida. Y no tardó en llegar.
Cuando salió a la plaza, recibió un primer puyazo en el lomo. Era muy doloroso, y sintió cómo su sangre de toro le pedía a gritos venganza. Pero él sabía lo que tenía que hacer, y se quedó inmóvil. Pronto apareció el torero provocándole con su capote al viento y su traje rojo. Volvió a sentir las mismas ganas de clavarle los cuernos bien adentro, pero nuevamente, tragó saliva y siguió quieto. No importó que siguieran tratando de animar al torito con puyas, banderillas y muletas: siguió tan quieto, que al cabo de un rato, toda la plaza estaba silbando y abucheando, hasta que decidieron cambiar de toro, porque resultó el toro más aburrido que se recuerda. Así que Chispa Brava fue devuelto a su prado para seguir viviendo tranquilamente. Y nunca más trataron de torearle, porque todos sabían que claramente no servía para las corridas.

- ¿Y eso que tiene que ver conmigo? - preguntó Roque.
- Pues todo, chico. A Chispa Brava le llevaron a una plaza de toros porque querían divertirse a su costa. Cuanto más hubiera respondido al capote y las banderillas, más se habrían divertido, y no habrían parado hasta terminar la corrida. A ti te pasa lo mismo con esos abusones. Se divierten a tu costa porque ven lo mucho que te enfadas, y eso les hace una gracia macabra. Pero si hicieras como Chispa Brava, y no respondieras a nada, se aburrirían y buscarían a otro, o se irían a hacer algo que les resultase más divertido.

Roque no terminaba de creérselo. Pero en los días siguientes trató de hacer caso a aquel chico mayor. Le costó mucho hacerse el indiferente las primeras veces que se reían de él, pero no fueron muchas, porque todo resultó como había dicho el chico, y en unos pocos días, los abusones habían encontrado cosas más divertidas que hacer que meterse con Roque.

El espejo estropeado
( por Pedro Pablo Sacristán )

Valor Educativo:
Bondad, generosidad

Idea y enseñanza principal
Ambientación
Personajes
Ayudar a los demás produce la alegría más verdadera
La ciudad de un niño rico
Un niño, un espejo y un niño pequeño perdido


Había una vez un niño listo y rico, que tenía prácticamente de todo, así que sólo le llamaba la atención los objetos más raros y curiosos. Eso fue lo que le pasó con un antiguo espejo, y convenció a sus padres para que se lo compraran a un misterioso anciano. Cuando llegó a casa y se vio reflejado en el espejo, sintió que su cara se veía muy triste. Delante del espejo empezó a sonreir y a hacer muecas, pero su reflejo seguía siendo triste.
Extrañado, fue a comprar golosinas y volvió todo contento a verse en el espejo, pero su reflejo seguía triste. Consiguió todo tipo de juguetes y cachivaches, pero aún así no dejó de verse triste en el espejo, así que, decepcionado, lo abandonó en una esquina. "¡Vaya un espejo más birrioso! ¡es la primera vez que veo un espejo estropeado!"
Esa misma tarde salió a la calle para jugar y comprar unos juguetes, pero yendo hacia el parque, se encontró con un niño pequeño que lloraba entristecido. Lloraba tanto y le vio tan sólo, que fue a ayudarle para ver qué le pasaba. El pequeño le contó que había perdido a sus papás, y juntos se pusieron a buscarlo. Como el chico no paraba de llorar, nuestro niño gastó su dinero para comprarle unas golosinas para animarle hasta que finalmente, tras mucho caminar, terminaron encontrando a los padres del pequeño, que andaban preocupadísimos buscándole.
El niño se despidió del chiquillo y se encaminó al parque, pero al ver lo tarde que se había hecho, dio media vuelta y volvió a su casa, sin haber llegado a jugar, sin juguetes y sin dinero. Ya en casa, al llegar a su habitación, le pareció ver un brillo procedente del rincón en que abandonó el espejo. Y al mirarse, se descubrió a sí mismo radiante de alegría, iluminando la habitación entera. Entonces comprendió el misterio de aquel espejo, el único que reflejaba la verdadera alegría de su dueño.
Y se dio cuenta de que era verdad, y de que se sentía verdaderamente feliz de haber ayudado a aquel niño.
Y desde entonces, cuando cada mañana se mira al espejo y no ve ese brillo especial, ya sabe qué tiene que hacer para recuperarlo.


Tierra trágame
( por Pedro Pablo Sacristán )

Valor Educativo:
Buen humor

Idea y enseñanza principal
Ambientación
Personajes
La mejor forma de luchar contra la timidez y el miedo al ridículo es aprender a reírse de uno mismo
Un colegio
Un niño


Dicen que una vez alguien confundió sus colorados mofletes con dos tomates, y que al ir a arrancarlos, se quemó la mano. Y es que no era para menos, porque Álvaro era el niño con más vergüenza y miedo al ridículo que uno pueda imaginarse; bastaba con que ocurriera cualquier pequeña contrariedad para que se pusiera rojo como una guindilla. Así que el día que le ocurrió algo ridículo de verdad, parecía que iba a estallar de vergüenza.
Álvaro estaba con su amigo Jaime preparando la obra de teatro de "Los tres cerditos", en la que Jaime participaba. Estuvieron jugando un rato hasta que Álvaro recordó que había invitado esa tarde a Dora, la niña más dulce, guapa y lista de la clase, a merendar a su casa, así que salió corriendo hacia el patio, donde encontró a Dora, y le dijo:
- ¿Qué, vamos a mi casa? puedo darte un bocata de chorizo...
Y justo cuando estaba acabando la frase se dió cuenta de que había olvidado quitarse la careta y el disfraz de cerdito! Dora quedó petrificada, todos a su alrededor comenzaron a reir, y el pobre Álvaro, incapaz de reaccionar, sólo pensó: ¡tierra, trágame!
Al instante, desapareció bajo la tierra y se encontró en un lugar increíble: ¡allí estaban todos los que alguna vez habían deseado que les tragara la tierra! y no era raro , porque casi todos tenían un aspecto verdaderamente ridículo y divertido. Así conoció al atleta que empezó a correr en dirección contraria y creyó haber ganado por mucho, a la señorita calva que perdió la peluca en un estornudo o a la novia que se pisó el vestido y acabó rodando como una albóndiga. Pronto se enteró de que la única forma de escapar de aquel lugar era a través de la risa, pero no de una risa cualquiera: tenía que aprender a reirse de sí mismo. Y era difícil, porque algunos llevaban años allí encerrados, negándose a encontrar divertidos sus momentos de mayor ridículo; pero Álvaro se superó y supo encontrar en aquellos momentos de tanta vergüenza una forma de hacer reír a los demás y darles un poco de alegría. Y cuando se vio a sí mismo con la careta de cerdo, hablando de chorizo con Dora, no pudo dejar de reírse de la situación.
Al momento volvió a estar en el colegio, delante de Dora, justo donde había dejado su frase. Pero esta vez, lejos de ponerse colorado sin saber qué decir, sonrió, se quitó la careta y meneando su traserito de cerdo dijo:
- Venga anímate, que ¡hoy tengo buenos jamones!
Dora y todos los demás encontraron divertidísima la broma, y desde aquel día, Álvaro se convirtió en uno de lo chicos más divertidos del colegio, capaz de reírse y hacer chistes de cualquier cosa que le ocurriera.


El origen de la felicidad
( por Pedro Pablo Sacristán )

Valor Educativo:
Caridad, bondad

Idea y enseñanza principal
Ambientación
Personajes
Explicar de forma comprensible para los niños la alegría y satisfacción que dan las buenas acciones
Una ciudad cualquiera
Un niño, su entorno, y un doctor


Había una vez un niño que era muy feliz, , aunque no tenía muchos juguetes ni dinero. Él decía que lo que le hacía feliz era hacer cosas por los demás, y que eso le daba una sensación genial en su interior. Pero realmente nadie le creía, y pensaban que no andaba muy bien de la cabeza. Dedicaba todo el día a ayudar a los demás, a dar limosna y ayuda a los más pobres, a cuidar de los animales, y raras veces hacía nada para sí mismo.
Un día conoció a un famoso médico al que extrañó tanto su caso, que decidió investigarlo, y con un complejo sistema de cámaras y tubos, pudo grabar lo que ocurría en su interior. Lo que descubrieron fue sorprendente: cada vez que hacía algo bueno, un millar de angelitos diminutos aparecían para hacerle cosquillas justo en el corazón.
Aquello explicó la felicidad del niño, pero el médico siguió estudiando hasta descubrir que todos tenemos ese millar de angelitos en nuestro interior. La pena es que como hacemos tan pocas cosas buenas, andan todos aburridos haciendo el vago.
Y así se descubrió en qué consiste la felicidad, y gracias a ese niño todos sabemos qué hay que hacer para llegar a sentir cosquillitas





 INFANTIL
1.          Responsabilizarse de sus juguetes y obsequios del día y guardarlos en el lugar adecuado cuando ya no se utilizan. Clasificar los envoltorios para poder reciclarlos.
2.          Hacer un cuadro de las actividades extraescolares semanales y relacionar las cosas que ha de tener preparadas para realizar dichas actividades.
3.          Ayudar a guardar la ropa planchada en la habitación, armarios y cajones correspondientes.
4.          Elaborar una lista de los artículos que se deben adquirir y clasificarlos por grupos (alimentos, objetos de adorno, obsequios, etc.)
5.          Ayudar a realizar un bizcocho, teniendo en cuenta los ingredientes.
6.          Comprar un libro para sí mismo o para regalar.
7.          Controlar el consumo de agua durante la propia ducha y compararlo con el tiempo que tarda otro familiar.
8.          Comprar  todo lo necesario para su comida favorita.
9.          Jugar durante los trayectos en coche a juegos como: veo, veo; coches de colores…
10.       Con semillas (lentejas, garbanzos…) formar grupos de 5 o 10 elementos.
11.       Formar grupos de juguetes atendiendo al color.
12.       Identificar el número de su planta en el ascensor.
13.       Del 1 al 10, identificar número y cantidad de semillas.
14.       Decir el nombre de objetos redondos (circulo), cuadrados y triangulares.
15.       Clasificar objetos atendiendo a su forma.


PRIMARIA

1.         Ayudar en las compras de la casa, a partir del dinero que se les haya entregado y las indicaciones recibidas.
2.         Responsabilizarse de sus juguetes y obsequios del día y guardarlos en el lugar adecuado cuando ya no se utilizan. Clasificar los envoltorios para poder reciclarlos.
3.         Leer el número de los portales así como los letreros de calles y tiendas, durante un paseo familiar.
4.         Organizar y clasificar la ropa de la casa que hay que lavar.
5.         Controlar el gasto que supone la utilización del móvil al cabo de un mes.
6.         Hacer un cuadro de las actividades extraescolares semanales y relacionar las cosas que ha de tener preparadas para realizar dichas actividades.
7.         Buscar el número en el teletexto para ver el pr4ograma favorito de acuerdo con el resto de los integrantes de la familia.
8.         Jugar con otras personas de la familia al Rummikub, Scrabble o Palabras encadenadas.
9.         Ayudar a guardar la ropa planchada en la habitación, armarios y cajones correspondientes.
10.     Hacer un cálculo de  presupuesto para intercambio en Francia teniendo en cuenta la economía familiar.
11.     Identificar etiquetas de productos envasados. Fecha de caducidad, etc.
12.     Realizar un pequeño plano señalando nuestra calle y vivienda.
13.     Elaborar una lista de los artículos que se deben adquirir y clasificarlos por grupos (alimentos, objetos de adorno, obsequios, etc.
14.     Utilizar relojes analógicos y digitales para determinar las horas del día correctamente.
15.     Ayudar a realizar un bizcocho, teniendo en cuenta los ingredientes y cantidades.
16.     Administrar la paga semanal haciendo un pequeño presupuesto de los gastos previstos.
17.     Buscar cuantas veces aparece la palabra paz/libertad en la sección internacional de un periódico.
18.     Calcular cuanta leche se bebe en la casa a la semana.
19.     Medir la altura en cm. De todos los hermanos y calcular  las diferencias.
20.     Comprar un libro para sí mismo o para regalar.
21.     Averiguar la fecha de caducidad de algún producto alimenticio de la casa.
22.     Calcular cuantas horas a la semana se ve la TV y cuántas se dedican a leer.
23.     Preparar algún postre siguiendo alguna receta.
24.     Jugar al Monopoly con algún miembro de la familia.
25.     Calcular el consumo familiar de energía en una semana.
26.     Recordar algunos números de teléfono importantes en caso de necesidad.
27.     Hacer un seguimiento de sus gastos de teléfono móvil.
28.     Recoger el lavavajillas colocando cada objeto en su lugar.
29.     Medir la cantidad de agua que queda en los vasos después de comer y aprovecharla para regar las plantas.
30.     Controlar el consumo de agua durante la propia ducha y compararlo con el tiempo que tarda otro familiar.
31.     Calcular el dinero que tiene en sus ahorros en distintas unidades (céntimos, euros)
32.     Mirar la fecha de caducidad de los productos de la despensa y colocar más a mano los que caducaran antes.
33.     Registrar los km. que han hecho los coches de la casa a lo largo de la jornada y calcular el consumo.
34.     Hacer un pequeño presupuesto de lo9s gastos previstos y calcular si tiene bastante dinero para el regalo que desea hacer.
35.     Comprar  todo lo necesario para la ensalada prevista.
36.     Ir a comprar el pan y saber calcular el cambio de monedas.
37.     Hacer un cuadro semanal en el que se puedan incluir todas las actividades extraescolares.
38.     Revisar la agenda personal. Modificar si conviene la tabla donde anotamos nombre, teléfonos, direcciones, e-mail, otros…
39.     Jugar a hacer sencillos cálculos mentales en el camino hacia el colegio.
40.     Comparar precios en diversos catálogos para realizar una compra económica.
41.     Seguir el sorteo de la lotería, anotar los números de los premios principales y ordenarlos de mayor a menor.
42.     Leer el número de los portales así como los letreros de calles y tiendas, durante un paseo familiar.
43.     Jugar con otras personas de la familia al Rummikub, Scrabble o Palabras encadenadas.
44.     Identificar etiquetas de productos envasados. Fecha de caducidad, etc.
45.     Buscar en el calendario las fechas de cumpleaños de nuestros familiares y marcarlas.
46.     Jugar durante los trayectos en coche a juegos como: veo, veo; matriculas, kilómetros, coches de colores…